Sierra ha enfrentado numerosos desafíos en su vida. Llegó al Club siendo una niña de 8 años extremadamente tímida. “Ni siquiera podía hablar con la gente”, recuerda. Además de esto, crecer en una familia de bajos ingresos significa que algunos días, es difícil para su familia pagar las necesidades básicas como la electricidad.
Agregue a esto el estrés de los problemas de salud importantes. Hace unos años, los médicos le dijeron a Sierra que necesitaba una operación. Posteriormente, fue recibida con una alegre sorpresa. “Mi mamá entró con una caja llena de cartas de mis amigos del Club. Estaba abrumado por la cantidad de personas que se preocupaban por mí”.
En el Club, Sierra encontró un entorno seguro y de apoyo, un lugar para desarrollar su confianza y su comunidad. Ahora, asiste regularmente al salón de arte y participa en programas de ayuda con las tareas para poder obtener buenas calificaciones.
Sierra dice que las oportunidades que se le han brindado, gracias a su generosidad, no tienen precio. Y estamos seguros de que seguirá adelante con ese mismo espíritu generoso mientras persigue su sueño de convertirse en terapeuta ocupacional.
crear alegría
para niños como Sierra